Más nunca escuché hablar de la ciudad de los techos rojos, ni del coche de Isidoro, ni de la Plaza Bolívar, ni de Sabana Grande con sus hermosas tiendas.
Más nunca pude salir a caminar para ver vitrinas; más nunca pude ir a misa de aguinaldo, ni a comer un perro caliente en Plaza Venezuela a la salida de la UCV.
Más nunca pude ir a un "piano bar" pero tampoco a cenar con una amiga o a tomar un café en el Gran Café.
Ahora vivo encerrada en mi casa, cual jaula y no de oro...rodeada de rejas, con enormes candados.
Salir a la calle, en mi país, se ha convertido en el juego de la ruleta rusa......no sabes si regresas!!!
Además, escucho un idioma totalmente deformado...donde de cien palabras, noventa y nueve son palabrotas. Nos convertimos en un pueblo donde tratarse de "marico"huevón"pajúo" "ladilloso" es una regla.
Nos convertimos en un país donde, desde 1999, escuchar nuestro hermoso himno es un castigo, porque significa la llegada de una pesada cadena presidencial, donde se dicen mentiras tras mentiras sin el más mínimo pudor; desde donde se irrespeta al ciudadano; se insulta, se dicen improperios; se ordenan detenciones, allanamientos y persecuciones.
Hoy día, somos un país donde el maestro es un fastidio, los padres son un estorbo, la policía no se respeta, las leyes se hicieron para ser violadas y nosotros solo pedimos "que nos pongan donde hay". Donde no importa que tengamos unos seres destruyendo a mansalva la Patria, solo importa ver como nos enchufamos para obtener beneficio.
Qué nos sucedió? En qué momento perdimos el norte y la dignidad?
No nací en una Venezuela perfecta, no nací en una Suiza, ni siquiera en un país desarrollado. Pero si nací en una Venezuela alegre, luchadora, educada y respetuosa.
Naci en un país donde ir al colegio a pie era normal, sin peligro a secuestros ni violaciones.
Nací en un país donde se comía en la mesa, en familia...no en las habitaciones.
Nací en un país donde una mirada de mamá era suficiente para entender que algo no andaba bien y donde el divorcio no era una regla, sino una excepción.
Nací en un país donde se daban los "buenos días"al vecino, en el ascensor, en el colegio.
Nací en un país donde nuestros abuelos eran un baluarte, no un estorbo. Donde escuchabamos sus anécdotas con respeto y donde eran los primeros en ser llamados a la mesa.
Nací en una Venezuela donde tener un militar en la familia era un orgullo. El respeto al uniforme era una tradición.
En esa Venezuela, solo llegaban a ministros o a cargos importantes, hombres de trayectoria, de conocimientos, de honor y de respeto.
En mi Venezuela, esa que los jóvenes de hoy, no conocen, nadie hablaba de viajar en Navidad. Esperabamos felices la llegada de diciembre para colocar el nacimiento, el arbolito, comprar los regalitos y hacer las hallacas en familia.
En esa país que nací, llevar una caja de cerveza a la playa no era una necesidad....
Nunca pensabamos abandonar nuestra tierra. Los jóvenes construian aqui su futuro. Al contrario, dábamos cobijo a extranjeros que llegaban a nuestro terruno.
En esa Venezuela, las plazas eran para que los ninos jugáramos o los ciudadanos pasearan.
Eramos un pais de ciudadanos educados y respetables, con nuestros defectos característicos. Entendiendo que toda regla tiene su excepción.
Jamás escuché a un presidente venezolano, insultar por radio o televisión. Jamás escuché a un presidente venezolano proferir palabrotas en algún medio de comunicación.
En mi ninez solo escuchaba los horrores que hacía la guerrilla rural y urbana apoyada por Castro. Pero nunca tuve temor a robos, secuestros, asesinatos, violaciones, etc
Pero lo que nunca me imaginé es que en lugar de acabar con esta revolución, muchos venezolanos se plegarían a élla por temor, por dinero o por comodidad.
El deterioro moral en los últimos anos ha sido espantoso. Ver a presidentes ofender, vejar, humillar a ciudadanos creo que ha sido definitivo para danar al país.
Jamás vi que se crearan programas especialmente para denigrar de los ciudadanos, para acusar, para dar órdenes abusivas......eso jamás lo vi.
Las cadenas presidenciales eran básicamente informativas y generalmente no eran ni muy largas ni muy frecuentes.
La familia venezolana nunca sufrió el desgaste moral de ahora, ni el desmembramiento actual. Nadie se separaba de su gente.
Tampoco nos clasificaban entre ricos y pobres; ni entre negros y blancos; ni se hablaba de burguesía, de parásitos, de élites.......noooooo.....todos eramos ciudadanos.
No quisiera abandonar mi cielo....no quisiera dejar el olor de mi tierra e irme a un país donde nada es igual...pero todo me indica que tendré que dar con mis huesos a otra parte.
En fin, les digo algo desde el fondo de mi corazón y con mucha tristeza que esta Venezuela no es la misma en la que yo nací, me la cambiaron, no se cuando, pero no es la misma.
Y como yo nunca voté, ni por Hugo Chavez, ni por esta magna tragedia por la que atravesamos ahora.....yo les pido...por favor.....DEVUELVANME A MI PAIS.....
Devuelvanme la Venezuela del "cuatro y el corrido, la del puro sentimiento para quererte amor mío". Aquella Venezuela donde eramos "hermanos de la espuma, de la garza, de la rosa y del sol"
Devuelvanme mi tricolor de siete estrellas.....siento nostalgia de esa Venezuela que dejamos perder...........DEVUELVANME A MI PAIS!!!!!
Es todo,
Manuela Alcalá
@Manuela_Alcala1
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